El 19 de septiembre, apenas un día después de que la CONAIE convocó al Paro Nacional, la Unidad de Análisis Financiero publicó un video en su cuenta de X para explicar cómo funcionaría el congelamiento de cuentas bancarias: «La UAFE puede disponer administrativamente congelar fondos”. El 21 de septiembre, varios dirigentes y exdirigentes, indígenas y no indígenas, empezaron a denunciar el congelamiento de sus cuentas bancarias.

El video mencionado continúa: “La medida de congelar cuentas es excepcional y debe ejecutarse en un plazo de 72 horas”. Se contabilizan al menos 50 cuentas bancarias congeladas en el lapso de 3 días, la medida no ha sido utilizada de manera excepcional, sino generalizada.

El video explicita que esto sucedería “cuando detecta indicios graves y verificables de posibles casos de lavado de activos». Sin embargo, las personas afectadas no recibieron ningún comunicado de sus entidades bancarias que les explicara las razones para el congelamiento. Es decir, no se había especificado cuáles son los “indicios graves y verificables”. Aun así, el 23 de septiembre la ministra de gobierno, Zaida Rovira dijo: “los bloqueos se dieron tras una investigación profunda con respecto a movimientos irregulares”. Ni los bancos, ni los ministros, ni la Superintendencia de bancos a donde enviaron a las personas afectadas a indagar las razones, dieron cuenta de esas investigaciones.

Recién con fecha 25 de septiembre se supo de un comunicado de la Fiscalía General del Estado donde se señala que varixs de esas personas estarían siendo investigadas por el supuesto caso de “Enriquecimiento Privado No Justificado”. Ninguna de las personas afectadas supo de esta investigación antes del congelamiento de sus cuentas, lo que volvió imposible que se pudieran defender.

El congelamiento de cuentas bancarias a actores sociales en el marco de una movilización crítica con el gobierno de turno es un acto inédito en el Ecuador y ha sido utilizado para profundizar el discurso de que a quienes se les congelaron las cuentas son “sospechosos” y “aliados del crimen organizado”. Llamamos a esta forma de violencia acoso1 financiero.

Parafraseando la definión de la Real Academia Española de acoso laboral, definimos el acoso financieron como el uso del sistema financiero de un país para someter a presión psicológica a una persona, para provocar su marginación. En el caso del congelamiento de las cuentas y apertura de investigaciones sin indicios claros a dirigentes y dirigentas sociales, el acoso impone miedo, hostiga y presiona a lxs afectados para provocar su marginación de las movilizaciones.

Pero no solo genera sentimientos como miedo o angustia, a través del el acoso financiero el estado está ejerciendo violencia económica y patrimonial, pues menoscaba los recursos económicos y priva de los medios para vivir dignamente. Este tipo de violencia ha sido reconocida en el Ecuador en la Ley para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres como una violencia que busca generar dependencia de la víctima a su victimario. La violencia económica y patrimonial contra dirigentes y dirigentas se manifiesta en la incapacidad de enfrentar los gastos diarios, y afecta directamente a los familiares dependientes de la persona afectada. Como toda forma de violencia, el acoso financiero es más grave en las mujeres, que muchas veces tienen niños y personas de la tercera edad a su cuidado.

  1. Acosar es “apremiar de forma insistente a alguien con molestias o requerimientos”. Se entiende también como perseguir, hostigar, acorralar, presionar, fatigar. ↩︎

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *