El lunes 22 de septiembre, mientras comunidades y organizaciones sociales en varios puntos del Ecuador iniciaban la movilización pacífica, la ministra de gobierno Zaida Rovira, manifestó que “no dialogamos con quienes incitan al pueblo a levantarse”.
Esa frase niega el derecho a la resistencia (Art. 98 de la Constitución)1. Este es el derecho que el pueblo ecuatoriano puede ejercer cuando siente que su gobierno no le escucha y no resuelve los problemas para el cual fue elegido .
La frase de la ministra también niega la esencia del diálogo. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, diálogo es “Discusión o trato en busca de avenencia (conformidad o unión)”. Sus sinónimos son discusión, debate, negociación.
El diálogo se debe dar justamente entre quienes no están de acuerdo, para encontrar puntos medios. El deber de una funcionaria pública, como la ministra de gobierno, es dialogar de manera transparente con todos sus mandantes, no solo con los que piensan igual que ella y el gobierno del cual es parte. Esa es la base de la democracia.
Por el contrario, la ministra ha optado por calificar a quienes participan en el Paro Nacional como “delincuentes”, “inconscientes” y, finalmente “desestabilizadores”. El 23 de septiembre, segundo día del Paro Nacional, en una entrevista televisiva dijo que “cualquier acción del Gobierno es incorporada en sus exigencias, mostrando que no se trata de protesta, sino de intento de desestabilización.” Es decir, para la ministra, exigir es desestabilizar. Callar y aceptar es dialogar.
- Art. 98.- Los individuos y los colectivos podrán ejercer el derecho a la resistencia frente a acciones u omisiones del poder público o de las personas naturales o jurídicas no estatales que vulneren o puedan vulnerar sus derechos constitucionales, y demandar el reconocimiento de nuevos derechos. ↩︎